Por otra parte, tanto el ascenso como el descenso son actividades aeróbicas que contribuyen al fortalecimiento del sistema cardiovascular y respiratorio.
¿Cómo empezar?
Esto no es saltar a la comba, hablamos de deportes extremos y antes de lanzarte a intentar conquistar una pared necesitas conocer la técnica y tener una adecuada preparación física y mental.
La escalada implica fortaleza, músculos preparados para responder a un esfuerzo (con ellos «tiras» de tu propio cuerpo).
Por su parte, el rapel supone poder descender con un ritmo constante, sin movimientos bruscos, y con total seguridad, manteniendo el equilibrio y la distancia correcta entre la cuerda a la que se aferra tu cuerpo y la pared (debes estar casi en paralelo).
Para los amantes de la aventura y de los deportes de riesgo, la escalada y el rapel resultan actividades especialmente atractivas. La sensación de libertad que pueden llegar a proporcionar hacen que más que un deporten sean casi una forma de vida.