Puedes hacer sexo oral a una mujer a través de diferentes posturas. Pregúntale cuál es su favorita, ya que si ella no está cómoda os puede dar Año Nuevo
Sam, de 39 años, lo explica muy claro: «No soy reacia a hacer mamadas. Las hago y las seguiré haciendo, pero porque me gusta y quiero, no porque me lo digan».
6. «No me digas cosas guarras»
Volvemos a lo del porno y nos metemos en el espinoso tema de la confianza y el momento adecuado. No puedes emplear términos soeces con una chica la primera noche. NO. Se va a asustar. A la profesional rubia de chicas-cachondas le ‘encantan’ esas cosas extremas. Pero a Maite, a la que acabas de conocer, no. O sí, pero no que se lo diga un casi desconocido. Si te pone mucho decir esas cosas –y a muchas mujeres les excita sobremanera el rollo sumisión– espérate a tener (más) confianza. O no querrá repetir nunca jamás.