Es decir, esperar a que el otro dé el primer paso o que imponga sus intereses de antemano para después llegar al punto donde se desea. Incluso se puede tomar como un acto ventajoso, pues si algo resulta mal se puede culpar al acompañante. Y eso es bastante injusto, ¿no lo crees?
– Preocuparse por las apariencias
Después de tanta experiencia, llegar con alguien nuevo y volver a sentirte inseguro con respecto a tu cuerpo sería ridículo. E imperdonable si se le hace sentir mal a alguien a partir de eso. No ofusques a nadie con parámetros insulsos o devastadores.
– Asumir que todo significa algo casual para el otro
Ni todos los hombres buscan sexo vacío ni todas las mujeres se conectan emocionalmente con su amante. Eso nos dirige a pensar que así como tampoco hay personas que buscan un amor eterno, sí hay quienes no conciben un fácil one night stand. Dejemos las cosas claras antes de desnudarnos y todo saldrá bien.
– Confundir libertad con promiscuidad