Ello, aunque parezca increíble, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, enfermedad con la que los problemas orales tienen una relación bidireccional: las infecciones en las encías descontrolan el azúcar en sangre, duplicando el riesgo de desarrollar esta enfermedad, y los diabéticos son mucho más propensos a tener problemas bucales.
Además, las infecciones en las encías también aumentan el riesgo de padecer un derrame cerebral, de 2 a 4 veces, e incluso se incrementan, de 4 a 7 veces, las posibilidades de tener problemas durante el embarazo.
Para promover un buen cuidado bucodental, los expertos de Sunstar Gum han elaborado una guía con los errores más comunes que cometen los españoles al cepillarse los dientes como obviar las encías por completo, no cambiar el cepillo con frecuencia o cepillarse los dientes justo después de comer.
Con ello, la compañía busca concienciar a la población de la importancia de mantener una buena salud oral para evitar desarrollar infecciones o enfermedades más graves:
1. ¡Hay más cosas que dientes!
Uno de los errores más graves que cometemos es cepillarnos sólo los dientes, olvidando el resto de la boca. La lengua y el interior de las mejillas son focos de bacterias que, por ejemplo, dan lugar al mal aliento, por lo que no podemos olvidarnos de estas zonas al cepillarnos.
2. No te dejes ningún espacio sin recorrer
Para conseguir la máxima eficacia al cepillarnos los dientes, no podemos olvidar partes de la boca y hemos de ser conscientes de que el cepillo nunca llega a todas las partes de la boca. Por ello, los expertos de Sunstar Gum recomiendan usar hilo dental o el cepillo interdental para llegar a las zonas más complicadas y evitar que se acumulen restos de comida o placa bacteriana, principales causantes de las temidas infecciones bucales. Además, también es muy útil seguir una guía mental al cepillarnos los dientes para realizar siempre el mismo recorrido y no olvidarnos de partes esenciales de la boca.
3. Cambia de cepillo con frecuencia
Las bacterias tienden a quedarse en el cepillo de dientes, por ello, hay que cambiar con frecuencia el cepillo que usamos, cada 2 meses aproximadamente. Si, además, has tenido un resfriado o una gripe, no sigas usando el mismo cepillo porque aumentas las posibilidades de volverte a contagiar.
4. El cepillado en su justa medida
Los profesionales recomiendan cepillarnos los dientes tres veces al día, y como mínimo dos minutos para asegurar una buena limpieza dental. Sin embargo, un exceso de limpieza puede perjudicar de igual manera, ya que podemos dañar el esmalte de los dientes, la protección natural de estos frente a las sensaciones y las encías. Un buen truco para evitar estos problemas es contabilizar el tiempo de cepillado con la ayuda de un reloj.
5. No tengas demasiada prisa
Siempre se nos ha dicho que después de cada comida hay que cepillarse los dientes, pero los expertos de Sunstar Iberia nos avisan que debemos esperar cerca de media hora para hacerlo. ¿El motivo? El ácido de la boca se altera al beber o comer, así que si justo después nos cepillamos los dientes estaremos frotando el ácido contra éstos debilitándolos, lo que nos hace más propensos a las caries. Si tienes una cita importante puedes apostar por enjugues bucales antibacterianos para eliminar los restos de comida y conseguir un aliento fresco.
6. El producto, tan importante como el hábito
En los últimos años, las pastas dentífricas han evolucionado en diferentes categorías: para dientes sensibles, efecto blanqueante, con flúor. Pero debemos evitar utilizar diariamente una pasta que sea demasiado abrasiva, ya que suelen ser agresivas para nuestro esmalte perjudicando a la sensibilidad dental. Para evitarlo se puede alternar una pasta clásica, como las que contienen flúor, con una pasta más específica, como una blanqueante, evitando exponer de forma continua el esmalte a procesos demasiado abrasivos.