Hay quien aprovecha del domingo por la mañana en la cama para leer, llevarse el desayuno o simplemente relajarse, pero si duermes acompañado esa modorra inicial suele dar paso a miradas sugerentes, caricias y mimos que irremediablemente conducen a probar, por qué no, el sexo mañanero.
A la satisfacción de la holgazanería se le une el placer del sexo, una combinación ganadora que una vez pruebes no querrás dejar de poner en práctica. Las mañanas tranquilas de domingo se convertirán en tu momento preferido. En concreto, las 09:00 a.m. del último día de la semana, según recoge una encuesta realizada por la empresa británica Superdrug.
¿La razón? Estar bien lejos -física y mentalmente- de las preocupaciones laborales. Lo sabe bien Molly, madre de tres hijos y con trabajo estable, quien aceptó el reto de tener sexo con su marido todas las mañanas para luego contar su experiencia en la revista ‘Prevention‘. Fue en las horas tempranas del fin de semana cuando, libre de distracciones, pudo disfrutar de verdad y dar rienda suelta a sus deseos carnales.