En el entrenamiento total la intensidad y el tiempo lo marcas tú. No hay marcas distancias exigidas, no hay tiempo mínimo, solo hay que darlo todo y disfrutar.
¿Quieres un ejemplo de sesión?
Sal de casa y empieza a correr. ¿Encuentras un banco en el paseo? Realiza diez repeticiones saltando sobre el banco y continúa corriendo. ¿Te encuentras unas escaleras? Súbelas y bájalas tres veces y al terminar realiza diez flexiones.
Llegamos a la playa: Realizamos veinte segundos de sprint sobre la arena y un minuto y medio andando, así cuatro series. Continuamos corriendo y encontramos una barra de dominadas en la playa, especial para realizar dos series de cuatro repeticiones.
Empieza el calor, podemos elegir entre descalzarnos y practicar un poco de natación o un último esfuerzo, volvemos corriendo a casa, esta vez sin “obstáculos”, pero con un ritmo más alto.
¿Más opciones?
Si ves un corredor cercano a ti, aprovecha para realizar un cambio de ritmo y adelantarle. Métete en un parque y utiliza los columpios para mejorar tu agilidad, esquivándolos y saltándolos.