Desde aquí te aconsejamos que planifiques tu semana por adelantado y fijes una hora de entrenamiento que sea respetada. Si fijas el entrenamiento como si se tratase de una reunión de trabajo a la que no puedes faltar, te aseguro que cogerás el hábito y en un par de semanas el entrenamiento formará parte de tu vida. Si por el contrario, eres de los que dejan la hora del entrenamiento libre y la vas cuadrando a tu día a día, te será más complicado asistir al gimnasio.
Por normal general el entrenamiento va perdiendo importancia conforme pasa el día, y a última hora acabarás por abandonar esa hora de entrenamiento para irte a casa.
2. Elige una rutina y a por todas con ella
Muchas veces se cae en el error de no completar ningún plan de entrenamiento en su totalidad. Continuamente se suele preguntar sobre la rutina que siguen los amigos, se suele buscar por Internet o incluso mirar en revistas para escoger los famosos planes de entrenamiento que los grandes culturistas supuestamente siguen.