No es algo casual que las personas mayores tengan una postura encorvada, esto se debe a la debilidad de la línea muscular posterior provocada por dos principales culpables, el sedentarismo y la gravedad. Además, unos glúteos potentes pueden ayudar positivamente en la estabilización de la rodilla y, por ende, en el tobillo. En resumen, a parte de otras muchas más funciones, el entrenamiento para glúteos es incluso estéticamente positivo.
3.1 ¿Cómo entrenar los glúteos?
Cierto es que la sentadilla es un ejercicio que activa el glúteo, pero que también puede ser difícil de ejecutarlo correctamente. Otra alternativa es el Hip Thrust, el cual debes ejecutar de la siguiente manera:
- Colócate tumbado mirando hacia arriba y con las rodillas flexionadas.
- Separa las rodillas y mantén las rodillas direccionadas hacia arriba.
- Si puedes, coloca una banda elástica alrededor de tus dos rodillas (esto favorecerá al glúteo medio), de modo que te cueste “abrir” las piernas hacia afuera -abducción-.
- Los brazos han de estar extendidos y las palmas de las manos en el suelo.
- Despega de forma rápida el glúteo del suelo, posteriormente desciende lentamente y no apoyes el glúteo en el suelo.
Realiza 2-3 series de 12-15 repeticiones descansando 1 minuto entre series.