Durante la sesión, se cuidan especialmente las articulaciones y la flexibilidad muscular trabajando los movimientos por grupos: los que inciden en la locomoción (carrera, saltos, steps…), los que se centran en los cambios en nuestro centro de gravedad (giros, estiramientos…) los movimientos que implican fuerza (empujar, elevar…) y los que trabajan las rotaciones y cambios de dirección.
Aquí no hay máquinas. Es el propio cuerpo, en conjunto, el que hace todo el esfuerzo (casi se entrena solo, repitiendo movimientos que ya conoce). En las sesiones, sí se utilizan elementos como gomas, cuerdas, balones medicinales, conos, vallas… el entreno resulta así muy variado, dinámico y divertido.
En cada ejercicio intervienen prácticamente todos los músculos del cuerpo dando especial importancia a los del tronco (eje central de todo movimiento). Abdominales, dorsales, lumbares… son claves en ese equilibrio que permite movernos.
El entreno funcional está indicado casi para cualquier persona (incluidos niños y mayores) siempre adaptando los ejercicios a la propia constitución y forma física.