Además de hacer algo de ejercicio, también puedes aprovechar tus vacaciones para cuidar más tu dieta y los alimentos que incluyes en ella. Invierte parte de este tiempo en cocinar más sano y en crear hábitos alimenticios saludables.
Durante los meses de calor es especialmente importante que tomes alimentos frescos y una buena cantidad de frutas que te aporten energía inmediata para soportar mejor las alta temperaturas y el desgaste físico.
Procurar mantener el organismo hidratado en todo momento suministrándole el líquido que necesite para evitar una deshidratación.
Aprovecha para descansar
Piensa que tus vacaciones son tu merecido descanso, e independientemente de que inviertas parte de tu tiempo libre en ponerte en forma, aprovecha para descansar, olvidarte de tu rutina diaria de trabajo y relajarte.
Si combinas descanso, actividad física y buena alimentación verás cómo vuelves de tus vacaciones con las pilas cargadas y más en forma que nunca.