Una cuestión, que al igual que otros placeres, varía con la edad. Lo explica el sexólogo de Amaltea, Santiago Frago: “Es evidente y constatable en la consulta que en el deseo se busca más calidad a medida que cumples años. El transcurrir del tiempo te vuelve más transgresor, eróticamente hablando. La frecuencia erótica dependerá de otras variables: pareja, estilo de vida, salud…”. La cuestión entonces es saber qué consideramos calidad, que según el sexólogo podría definirse como “el deseo y juego erótico compartido con la pareja elegida y cuya satisfacción final se resume en una mirada de complicidad entre los amantes”.
Por su parte, Gargallo señala las claves que emplea para trabajar la calidad de las relaciones sexuales de una pareja en una de sus consultas. Así, fija su objetivo en conocer la historia sexual de la pareja para reforzar cuestiones conjuntas como la comunicación, el nivel de intimidad, o algunas más personales como la autoestima, el concepto de cada uno de ellos sobre el amor y el sexo, o la inteligencia emocional. “Está claro que al comenzar una relación todo es nuevo, el deseo es mayor y la pasión aflora a cada instante, pero con el paso del tiempo esto no es siempre así. Por eso, hay que cultivar estos factores en la relación, en vez de dejarse llevar por la creencia de que el amor lo puede todo o de que si llegas al orgasmo eso es que has tenido una buena relación sexual”.
¿Cuestión de números?
Se dice que una mujer puede tener uno o más orgasmos en un coito de más de cinco minutos, una vez por semana, con un hombre cuyo pene, en España, tiene una media de 13,5 centímetros. Y si ese no es su caso, ¿resulta que no tienes una vida sexual sana y normal? Habría que aclarar entonces que la primera palabra que se destierra en Sexología es precisamente esa, normal, y en cualquier consulta el término que se cultiva, en contrapartida, es el de diversidad. Gargallo añade: “Si crees que para gozar de una buena calidad en tu vida sexual debes mantener como mínimo relaciones una vez por semana, te sentirás insatisfecho si tienes menos, sin tener en cuenta qué es lo satisfactorio para ti o si estás cuidando o no otras partes importantes en tu relación, que son igualmente sexuales, como la excitación, el autoerotismo…”.