La investigación en el campo de los anticonceptivos masculinos, después de años y años de rotundos fracasos, parece que finalmente va por la vía correcta. Los intentos de píldoras hormonales, como es el caso de la femenina, no han resultado eficaces en su versión para hombres, además de provocar destacados efectos secundarios.
Un grupo de científicos de la Universidad de Monash (Australia) está trabajando en un nuevo enfoque, hasta ahora probado en ratones con excelentes resultados. Se trata de bloquear el avance de los espermatozoides durante la eyaculación, en lugar de hacer que el esperma no sea funcional.
Así, tal y como explicó Sabatino Ventura (uno de los investigadores principales) a la BBC: «El esperma se queda en el sitio de almacenamiento de manera tal que cuando los ratones eyaculan no hay esperma». «Es fácilmente reversible y el esperma no se ve afectado, pero lo que necesitamos probar es que lo podemos hacer farmacológicamente, probablemente con dos medicamentos», añade.
