El estudio se valió del test de Stroop, un instrumento clásico para el estudio psicológico de los niveles de concentración. La prueba consiste en asociar colores y palabras, algo muy sencillo para los universitarios que participaron en el experimento.
Los científicos holandeses demostraron que la sola presencia vía webcam de una mujer guapa mirando atentamente a los sujetos, hacía reducir las puntuaciones del test y que éste se completara en tiempos muy superiores.
La conclusión es que las hormonas del estrés, por una parte pueden confundir, y por otra, inhibir la respuesta sexual. Así, practicar sexo con una pareja cuyo juicio importa poco es mucho más fácil. En cambio, tenerlo con una mujer perfecta acaba intimidando, y no se remata la faena. Si es que ya lo dice el refrán: “La suerte de la fea, la guapa la desea”.