Los tratamientos basados en esta técnica resultan altamente eficaces en la mayoría de los casos. El número de sesiones y la intensidad de las ondas aplicadas dependerá de la zona a tratar y de los objetivos propuestos. Podrás apreciar los resultados transcurridos unos meses (con 2-3 sesiones semanales de entre 20 y 45 minutos).
Es importante señalar que la electroestimulación no solo actúa sobre determinados músculos sino que además incide de manera directa en el sistema circulatorio y linfático. La vasodilatación que producen los impulsos eléctricos mejora el tránsito del caudal sanguíneo facilitando, además’ el correcto drenaje y la expulsión de toxinas (y grasas) del organismo.
Como ventajas, los partidarios de este tipo de tratamientos destacan:
- Permite trabajar áreas determinadas reafirmando y tonificando justo aquellos músculos que queremos definir.
- No sobrecarga las articulaciones.
- Combate la celulitis y la flacidez.
- Los impulsos eléctricos actúan en el músculo sin dañar la epidermis.
- Buenos resultados con poco esfuerzo.
Frente a estas magníficas cualidades, algunos opinan que con la llamada gimnasia pasiva se corre el riesgo de caer en la tentación de sustituir el esfuerzo que supone el deporte por la comodidad de estos tratamientos.