La industria está obligada a reinventarse. Los paladares de los consumidores muestran cada vez más peculiaridades, más exquisiteces. Los clientes buscan nuevos sabores y experiencias culinarias diferentes. De esa búsqueda por encontrar sensaciones fuera de lo común surgen vinos que marcan la diferencia, como el Canna Vine, cuyo color, de un verde intenso, se debe a que está infusionado con marihuana.
De momento, solo se comercializa en California ya que otros estados norteamericanos que sí han legalizado el cannabis, como Colorado, Washington y Oregon, no permiten la venta de bebidas infusionadas con esta sustancia, tal y como recoge el diario Daily Mail.
El precio de la botella no es barato: puede costar entre 120 y 400 dólares (alrededor de 100 y 360 euros). Eso sí, quien quiera hacerse con la innovadora bebida debe llevar consigo la receta médica que le autorice su uso terapéutico.