Después vino Mirto, que empezó mostrando el proceso de realización de una camisa, que es la prenda fetiche de la firma. Ideales tanto para un público joven como para otro de más mayor, en la propuesta de Mirto encontramos desde las clásicas rayas y cuadros, a camisas de lino y cuello mao, pasando por otras de más casual, como las realizadas en denim o las que contienen divertidos estampados paisley y florales. El desfile también contó con una parte más sport, dominada por los polos, y otra de homewear, con pijamas, camisones y batas de satén.
Lander Urquijo fue el encargado de cerrar la semana de la moda masculina de Madrid con sus trajes de corte clásico que, sin embargo, no dejan de ser actuales y arriesgados. Esto se debe a su combinación de tejidos singulares y colores pastel, unidos a una gran originalidad en cuanto a los prints. Corbatas estampadas que se funden con las camisas, pajaritas a juego con las bermudas, o pañuelos enormes que van por dentro del chaleco en los tres piezas, todos aportando su justo toque de frescura y originalidad. Los cuadros y el camuflaje se adueñan, aunque parezca mentira, de los esmóquines más elegantes. En tres palabras: un final redondo.