Estar en infrapeso implica tener un IMC menor o igual que 18’5. Se considera que ese índice de masa corporal implica que se tiene menos masa corporal de la que se necesita para mantener una salud óptima.
Por otra parte, una persona con un IMC superior a 25 se considera que tiene sobrepeso, y si el IMC es superior a 30 se considera obeso.
Es igual de peligroso un extremo que el otro, por lo que mantenerse en un IMC de entre 19 y 25 sería lo idóneo. Aun así, muchas personas están muy delgadas y no tienen por qué tener problemas de salud de ningún tipo; el IMC es solo una medida orientativa.
En deportistas, por ejemplo, tampoco es una medida muy adecuada, pues en muchos casos puede haber una gran cantidad de masa muscular que eleva mucho el IMC, y de nuevo esto no tiene por qué suponer un problema.
2. Saber como ganar peso
Si quieres ganar peso es muy importante que lo hagas de forma adecuada. Abusar de alimentos como la bollería industrial o las bebidas azucaradas puede ayudarte a subir de peso pero puede destruir tu salud al mismo tiempo.