¿Se trata entonces de un mero descanso pagado?
En absoluto. Gallego lo explica: “Ese ambiente más familiar fortalece los lazos entre los compañeros, pero también los directores están presentes. La cultura empresarial en Suecia es, en general, bastante cercana y poco jerárquica”. Por eso también jefes y coordinadores se suman a estas “paradas técnicas”, buscando que entre todos, en esos momentos de relax, se puedan alumbrar mejores ideas para solucionar los asuntos que les ocupan frente al ordenador. Es decir: igual se habla del increíble partido de fútbol de ayer que de cómo afrontar la reunión de márketing de mañana. Y usted dirá: igual que en España. No tan rápido: su alta consideración por parte de todos los estratos de la compañía hace que las ideas y el optimismo fluyan con vigor, como prueba un estudio elaborado por LinkedIn. La investigación Relationships @Work relevó que mantener buenas relaciones con compañeros y superiores redunda en un mejor desempeño profesional y una mayor motivación en el trabajo. En la misma línea, otro análisis realizado por expertos de la Universidad de Florida constató que fomentar una relación de confianza entre trabajadores y superiores trae consigo mayor colaboración, innovación y eficiencia. Además, despojar a estas pausas de la clandestinidad aumenta la felicidad del trabajador, que mejora, según varios estudios, tanto ambiente de oficina como productividad.