Fuera del ámbito de las celebraciones y por analogía, se ha acuñado el término de resopón para referirnos a una pequeña ingesta alimenticia que se hace aproximadamente unas dos horas después de cenar, antes de irnos a la cama.
Para que esta última comida, antes de acostarnos, sea beneficiosa para el organismo debe ser muy ligera: un vaso de zumo, un yogur desnatado, unas galletas integrales o una pieza de fruta son buenos ejemplos de alimentos que podemos tomar antes de irnos a dormir.
Hay que tratar de evitar hacer una ingesta de alimentos demasiado grande, que pueda causar una digestión pesada, y evitar alimentos que dificulten la conciliación del sueño o producir excitación, como café o comidas picantes.