Hay que decir que el origen del polo es puramente deportivo. Fue el tenista Rene Lacoste, al que apodaban el cocodrilo, quién tras retirarse del tenis creó esta prenda para sustituir la indumentaria tan incómoda que hasta el momento utilizaban los tenistas. Hablamos del año 1933. Hoy en día la compañía Lacoste y su cocodrilo son conocidos en todo el mundo.
Esta prenda comenzó a utilizarse también en otros deportes considerados elitistas como el golf y el polo. En los años setenta, Polo Ralph Lauren popularizó su uso, con la mítica insignia del jugador de polo. De ahí el nombre de esta prenda.
Desde que comenzara a hacerse de él un uso cotidiano, el polo no ha sufrido grandes alteraciones. Se mantienen los patrones clásicos y el algodón sigue siendo el tejido estrella. De todas formas, sí que podemos encontrar opciones más entalladas y otros tejidos más ligeros.
Las novedades que se presentan cada año se detectan sobre todo en los colores y diseños. En esta primavera las firmas más clásicas vuelven a apostar por colores vivos, mientras que hay marcas más urbanas que se atreven con estampados que van más allá de las rayas.