Como hemos dicho anteriormente, dejar de hacer lo de siempre te costará. Pero si sigues haciendo lo de siempre, conseguirás lo de siempre. Si deseas algo nuevo, debes atreverte a hacer cosas distintas. Es muy importante que estés mentalizado y orientado a tu objetivo porque el cuerpo siempre intentará buscar excusas para seguir como hasta ahora.
Empezarás a escuchar esas pequeñas vocecillas que te dicen “empieza el gimnasio la semana que viene, o el lunes vuelves a retomar la dieta”. Por ello, es necesario que no te fijes metas desmesuradas. Busca el equilibrio, sé realista y aprende a cumplir objetivos pequeños pero de forma constante.
La única dieta que no funciona es la que no se hace. Sin embargo, la prosperidad al igual que la salud, no radica en conseguir algo, sino en que ese algo se mantenga en el tiempo. Si dejas de comer, por supuesto que adelgazarás, pero no es una solución a largo plazo. ¿Cuánto tiempo crees que vas a poder estar sin comer? Debes buscar opciones que puedas mantener a lo largo de los días y además te generen bienestar. Éste es el secreto para que el cumplimiento de la dieta sea un hecho y no sólo una actitud.
A pesar de todo ésto, existen ciertos hábitos alimenticios comunes que te pueden ayudar a acercarte a tu objetivo, ya sea tanto bajar de peso como tonificar tu cuerpo.
- Come cinco comidas al día. Comer un tentempié a media mañana o a media tarde te ayudará a no llegar a las comidas principales con demasiado apetito y mantener tu energía y vitalidad constante a medida que pasan las horas.
- Desayuna como los campeones. Si deseas empezar el día con buen pie y eficacia, debes aprender a comer más y mejor a primera hora de la mañana. Un lácteo, una fruta y una ración de cereales o pan es un ejemplo de desayuno completo y nutritivo. Si eres un apasionado de esta comida, puedes añadir también productos grasos saludables como frutos secos o aceite de oliva.
- Crea tu dieta energética. La mayor parte de tu dieta deben constituirla alimentos ricos en carbohidratos como pasta, cereales, pan o legumbres. Son los que te facilitarán la gasolina para comerte el mundo.
- Repara tu cuerpo y elige proteínas necesarias. El consumo de proteínas es importante para la reparación y creación de nuevos tejidos. Sin embargo, el aporte proteico de tu dieta no debe suponer más de un 15%. Un buen truco es usar la carne o pescado siempre como acompañamiento en las comidas o cenas y no como plato principal.
- Apuesta por grasas saludables. Estudios afirman que un consumo de 3g diarios de grasas omega 3 facilitan la destrucción de grasa corporal. Introduce los frutos secos, aceite de oliva o pescados azules en tu plan de alimentación para disponer de un cuerpo más sano y estético.
- Come más pescado. Consumir dos o tres veces por semana pescado constituye una excelente fuente de proteínas, minerales y vitaminas para tu buen equilibrio interno.
- Elige productos integrales. Un producto integral tiene cuatro veces más fibra, vitaminas y minerales que un producto refinado. Además estos alimentos cuentan con un menor índice glucémico lo que supone que tu cuerpo dispondrá de más gasolina durante más tiempo.
Y lo más importante, sé paciente y constante. No hace falta que comas bien desde el principio, bastará con que comas mejor. Ve introduciendo algunos puntos anteriores a tu rutina de alimentación y a medida que vayas consolidando buenos hábitos, añade otros pequeños objetivos.