Cada vez son más los médicos y expertos nutricionistas que aseguran que es imposible establecer un peso «ideal» con carácter general porque ese peso «perfecto» depende de cada individuo y es, sencillamente, aquel con el que cada persona consigue sentirse a gusto con su propio cuerpo manteniendo un estado físico saludable.
Durante años se han establecido pesos ideales basados en fórmulas matemáticas que tenían en cuenta aspectos como la altura, la edad o los kilos presentes en un momento dado.
De los baremos establecidos para calcular el peso ideal, la tabla más utilizada sigue siendo la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calcula el Índice de Masa Corporal (IMC) dividiendo el peso actual por la altura al cuadrado. La OMS considera un IMC saludable aquel que oscila entre 19 y 25.
Sin duda, calcular este índice puede ser una buena pista para determinar si estás por debajo de tu peso aconsejable o si por el contrario te sobran unos kilos (algo que, por otra parte, podrías haber comprobado mirándote al espejo), pero no puede convertirse en un objetivo a conseguir cueste lo que cueste porque cada cuerpo es único y no siempre lo establecido es lo «ideal».