No basta con que sea un excelente deportista, el entrenador debe saber comunicar y contar con las dotes didácticas necesarias para poder explicarte cada ejercicio y cómo trabajarlo para obtener los mejores resultados. Además, tendrá que ganarse tu confianza para convencerte de tus propias posibilidades y exigirte el esfuerzo necesario para que logres tus metas.
Un buen profesional conoce perfectamente los límites de la persona a la que entrena y su objetivo ha de ser optimizar los resultados del tiempo que dedicas a tu rutina de entreno.