El metabolismo de cada persona actúa de un modo y a una velocidad diferente y eso influye en la constitución corporal. Ten en cuenta que el propio proceso implica un gasto energético. Si tu organismo necesita más energía para funcionar correctamente, el metabolismo procurará generarla en el menor tiempo posible acelerándose y haciendo que seas un «afortunado» de metabolismo rápido. Es una cuestión principalmente genética, pero también hay distintos factores que influyen en ese ritmo vital. Por ejemplo:
- La práctica habitual de actividades físicas. Cuando haces deporte, tu cuerpo demanda energía y quema calorías a gran velocidad. Tu metabolismo no solo la proporciona en el momento de la demanda sino que continúa acelerado incluso una vez finalizada la actividad para reponer ese «gasto» extra.
- No solo el esfuerzo físico contribuye a acelerar el metabolismo, también las situaciones de estrés, la tensión y presencia de mayor cantidad de adrenalina hacen que el cuerpo exija una mayor cantidad de energía.
- El frío. Las condiciones externas extremas pueden hacen que el metabolismo se acelere para mantener la temperatura corporal.