“El hecho cronológico de que cada uno se beneficia de la dieta de forma inmediata y no necesita meses o años es muy importante. Esto quiere decir que para mejorar y corregir nuestro organismo cualquier momento es bueno. Por el hecho de tener muchos años no se puede tirar la toalla”, afirma Francisco Pérez Jiménez, director científico del Instituto de Investigación Biomédica de Cordoba.
Hace años quedó demostrado cómo un adolescente que acude al instituto con un desayuno incompleto rinde menos que aquel que se ha podido levantar pronto y disfrutar de un buen desayuno. Además, los trabajadores que desayunan sufren menos accidentes durante la jornada laboral.
¿Qué podemos desayunar para cambiar nuestro futuro en el momento presente?
Levántate con tiempo después de haber dormido ocho horas y de forma tranquila, siéntate, sube la persiana y que los rayos de sol iluminen tu alrededor.
Acompañado, disfruta de un lácteo (desnatado si es posible), una pieza de fruta, una ración de cereales (si son integrales mejor), y un puñadito de frutos secos o aceite de oliva.