Si ya tienes más de una cana y no te ves en absoluto «interesante» o, simplemente, quieres un nuevo look que incluya un cambio en tu color de pelo, tienes distintas opciones, pero para «principiantes», la más adecuada es, sin duda, un baño de color.
La diferencia entre este tipo de coloración y la coloración permanente radica en dos aspectos a tener en cuenta:
1. Temporalidad. Se trata de una coloración efímera, que tiene una duración de entre seis y ocho semanas (dependiendo del número de lavados), por lo que, si no te convence, se irá en un breve periodo de tiempo.
2. Agresividad. Son tintes que se limitan a cubrir la fibra capilar sin penetrar en su interior. Los productos destinados a este fin no contienen amoniaco ni perióxidos por lo que son una excelente manera de «hacer una prueba» sin que tu cabello sufra las consecuencias.
En la mayoría de los casos, se trata de tintes vegetales (a base de henna, manzanilla, azafrán…) o que incluyen pigmentos artificiales en los que se ha excluido (o limitado) el uso de componentes fijadores del color de larga duración.
Hola buenos días. He leído toda la información del post ya que me parece relevante para hacernos un baño de color. Siempre podemos aprender algo nuevo y diferente que poder compartir con otros. Un saludo y buen trabajo!!