En el caso de la camisa blanca, el abanico de posibilidades es mucho más amplio. El blanco acepta la mayoría de colores y estampados, aunque hay que intentar huir de las corbatas en tonalidades crema y buscar siempre un buen contraste con el traje o la americana.
Las rayas y los cuadros son los estampados más habituales tanto en camisas como en corbatas. Las camisas a rayas, además de corbatas lisas de gamas parecidas, aceptan perfectamente una corbata también rayada. Eso sí, siempre hay que vigilar que la raya de la corbata sea más grande y ancha que la de la camisa, para conseguir así un buen efecto visual.
Con los cuadros ocurre exactamente lo mismo, siempre y cuando hablemos de camisas de cuadros pequeños. Si los cuadros son grandes, ya entraríamos en un tipo de camisa mucho más casual, por lo que no se aceptaría el uso de corbata.