Otra ventaja es que el 68 te deja las manos completamente libres y en ese sentido te da más libertad de movimiento que el 69. De este modo, más allá de practicarle sexo oral a tu pareja, podrás dar rienda suelta a tus manos e ir más allá. Y si eres el que está disfrutando del sexo oral, el echo de que también tengas las manos libres te permitirá auto-acariciarte.
Aunque es una postura bastante simple, cabe el riesgo de aplastar a la persona que está debajo. Para que eso no ocurra, la persona que se encuentra encima puede liberar un poco de su peso apoyando los codos o los antebrazos en la cama.