El deporte es básico para crecer. El ejercicio es un modo de disfrutar el presente y asegurarte un futuro mejor.
En los niños, el ejercicio nutre los huesos convirtiéndoles en un armazón más fuerte, el sistema inmunitario se fortalece volviéndose más resistentes ante cualquier infección o enfermedad, y el humor, la sociabilidad y el sentimiento hacia uno mismo queda reforzado.
Entonces, si durante la práctica deportiva uno se divierte y existen un sinfín de ventajas y beneficios de realizarlo ¿Por qué estamos dejando de hacerlo?
En la actualidad existen multitud de oportunidades, de diferentes alternativas para divertirnos sin mover ni un dedo. El ejercicio nos divierte –sobre todo si lo hacemos de forma colectiva– pero ante la posibilidad de quedarnos sentados y hablar desde el sofá con nuestros amigos o ver la televisión, a veces elegimos la opción más placentera.
Y el placer es bueno y natural. Pero en ocasiones perjudicial. Cuando después de realizar algo que supuestamente te divierte tienes una sensación de vacío o de haber perdido el tiempo, ese placer no ha merecido la pena y debes aprender a saber evitarlo.