El fitball es una estructura gigante de goma que simula a una gran pelota de plástico. Pese a que ha saltado a la fama por su aplicación en las técnicas de pilates, sus indicaciones van mucho más allá.
Realizar ejercicios sobre una base inestable como la del fitball desencadena una serie de mecanismos propioceptivos en nuestro cuerpo. De forma insconciente más partes de tu organismo están concentradas, atentas y mandan información constantemente al cerebro en cada cambio de posición.
Estas reacciones mejoran la coordinación y el equilibrio corporal y refuerzan los mecanismos estructurales para evitar lesiones. De ahí la gran importancia de ejercicios propioceptivos durante la rehabilitación.
¿Cuándo incluir ejercicios con fitball?
Con el paso de los años e investigaciones los ejercicios de propiocepción con superficies inestables se han convertido en prácticamente una obligación dentro de la rutina de entrenadores personales.
El aumento de sensibilidad articular gracias a estos ejercicios provocan una disminución sobresaliente de lesiones y recidivas, y un redimiendo deportivo menos deteriorado.