Comienza con simples ejercicios, por ejemplo interrumpiendo el flujo de la orina cuando vas al baño. Esto te permitirá reconocer el músculo “pubocoxígeo”, ejercitándose en particular en cualquier momento con solo apretar, sosteniendo por unos 10 segundos y relajando, con tantas repeticiones como puedas hasta sentir agotamiento.
Otro grupo de ejercicios que pueden ayudar son los relacionados al Yoga. Te fortalecerá, dará flexibilidad y resistencia para probar nuevas posiciones y extender el placer. Algunos especialistas incluso lo recomiendan para mejorar el rendimiento y el flujo de energía. Los ejercicios más específicos que desarrollan esto son las posiciones que fortalecen los músculos de la pelvis.
Si prefieres ejercicios más activos
Si lo que te gustan son los ejercicios más activos. Los expertos sugieren tres opciones: el levantamiento de pesas, caminar rápido y la natación. Levantar pesas puede aumentar la producción y el flujo de testosterona a través del cuerpo, que es la hormona encargada del deseo sexual en los hombres. Caminar rápido. Está comprobado que los ejercicios aeróbicos – cardio pueden ayudar a reducir el riesgo de disfunción eréctil. Esto debido a que mantienen el flujo sanguíneo constante y los canales limpios, el resultado son erecciones más largas.