Numerosos estudios han investigado sobre las ventajas e inconvenientes que pueden surgir durante y después de la práctica de ejercicio en ayunas. Lo que te conviene dependerá siempre de cuál sea tu objetivo. Si tu propósito es mejorar el rendimiento deportivo, aumentar la masa muscular y librarte de algunos kilos de grasa que te sobran, no te decantes por hacer deporte en ayunas. ¡Busca otra alternativa! Se ha demostrado que el rendimiento deportivo durante los ejercicios de resistencia disminuye si vas con el estómago vacío.
No obstante, si tu deseo es puramente estético y tu ritmo de vida es tan ajetreado que no posees demasiado tiempo para hacer deporte, puedes apostar por hacer ejercicio nada más levantarte de la cama. Siempre y cuando lo realices de forma inteligente y controlada. Para entender los beneficios o consecuencias que te puede originar el hacer ejercicio en ayunas, primero debes conocer los diferentes procesos que sufre tu organismo ante esta nueva estrategia. Sigue leyendo.