Salir a comer a un restaurante no tiene por qué ser una experiencia para compartir con amigos o familia, también se puede disfrutar en solitario sin tener que sentirse incómodo por ello. Con esta filosofía ha nacido Eenmaal, el único restaurante en el que no está permitido acudir acompañado.
Marina van Goor es la mente creativa que puso en marcha este particular comedor, situado en Ámsterdam. «Una comida solitaria puede ser una experiencia inspiradora en nuestro mundo hiperconectado, precisamente porque te permite desconectar por un momento», explica.
De diseño minimalista, en sus elegantes mesas negras solo te podrás encontrar un plato, una copa y un cubierto, pues toda compañía queda absolutamente prohibida. Eso sí, puedes contar con la presencia de otros acompañantes menos molestos: libros, revistas y periódicos.
Eenmaal aún no ha abierto sus puertas (lo hará en breve), pero ya ha sido probado con éxito en el festival culinario The Rolling Cocinas en el Westergasterrein de la capital holandesa. El menú consta de cuatro platos con vino, y tiene un precio fijo de 35 euros.
