Si quieres maximizar la felicidad en tu ser experimental, planea unas largas vacaciones. Una semana extra de probar cócteles bajo el sol seguro mantendrá tus niveles de estrés más bajos que si te encorvas frente al teclado en la oficina. Por otro lado, si quieres maximizar la felicidad de tu ser de memoria —que dura más que el ser de experiencia—, unas vacaciones largas no tienen mucho sentido.
El cerebro humano tiende a recordar lo que es novedad. De acuerdo con Kahneman, si la historia de tu vida no cambia mucho con el tiempo, serás menos propenso a recordar ciertos detalles. Esto es esencialmente la razón por la cual la vida pasa incluso cuando los días parecen durar para siempre.
Cuando te vas de vacaciones por dos semanas en vez de una, no estás cambiando la historia lo suficiente como para crear nuevos recuerdos sobre la experiencia. En cambio, todo eventualmente se convierte un solo recuerdo. Puede ser que solo recuerdes uno o dos momentos destacados.
Conclusión
Tienes dos opciones, y la decisión que tomes debe estar directamente relacionada con tus intereses y, por supuesto, el alcance de tu presupuesto. Puedes tomar unas largas vacaciones con numerosos cambios drásticos que te mantengan a la expectativa y te ayuden a crear recuerdos valiosos y emocionantes para tu “ser de la memoria”, o también invertir en unas vacaciones un poco más cortas y, por lo tanto, menos costosas. Prueba quedarte en casa y probar actividades o visitar ese nuevo parque de diversiones que abrió hace meses y al que no has tenido la oportunidad de ir.
