Hay recuentos de una gran actividad sexual fuertemente impulsada por las drogas. En algún punto del documental, un anunciante de seguridad da aviso de que alguien está compartiendo ácido “malo” con la audiencia. Indica las señas particulares, se escuchan algunas risas, pero el concierto continúa. Al principio puede parecer gracioso, pero hubo un muerto por sobredosis de heroína.
La falta de suministro de agua y alimento también fue un problema. Cientos de asistentes tuvieron que escapar del lugar al no poder sacar su automóvil para ir a su casa en busca de comida, mientras que miles pasaron hambre, aferrados a mantenerse en un concierto que, para la mayoría, al menos parecía histórico. Los testimonios como los de Rosenball y Hertzberg le quitan un poco de magia a la leyenda que ha crecido alrededor de esos “tres días de paz y música”. Revelan lo que fue cierto para una mayoría y opacan por un momento las representativas imágenes de los asistentes más cercanos al escenario, quienes pudieron disfrutar del concierto, drogas y sexo, además de que no sufrieron de hambre, pero tuvieron que recibir comida de hombre extraños, siempre dudando de si tenía droga o no.
“Tomé un tour y concluí que la multitud se había hecho demasiado grande para el lugar. Preocupado de que no pudiese escapar por varios días […] Pedí aventón de unos asistentes decepcionados y frustrados por el embotellamiento que les impedía entrar al concierto, también estaban preocupados por los boletines de radio que avisaban que ya había demasiada gente y que ya no se podía entrar. […] Estuve muy agradecido de regresar a la civilización.” – Mark Hosenball
Las fotografías más famosas toman esos extremos cercanos a “la zona de confort” y ocultan las diferentes tragedias en la que vivieron miles de personas. A pesar de todo ese dolor, incomodidad y hambruna, se generó una unión entre todos los asistentes. Así lo hayan disfrutado o no, fueron parte de un momento que significaba una declaración antiguerra exigiendo un mundo más libre donde todos pudiesen expresarse sin problemas. Quizá la actualidad no es la utopía que imaginamos, pero podemos decir que lo lograron.