A partir de esa “blanca” mentira, nació una fantasía que nosotros creemos que tuvo lugar en esas 72 horas en White Lake, New York de 1969–que estuvo más cerca a un “mal viaje”, que a un hermoso recuerdo en nombre de la unión por medio de la música.
Es cierto que Woodstock, como simplemente se le llamaría al festival, marcó un momento importante en la historia de la música y de la contracultura. Los jóvenes finalmente habían llegado a un momento de libertad de expresión que parecía haber desaparecido y se encontraban en un espacio donde podían abrirse a la unión de otras personas. El contexto de la guerra de Vietnam también influyó en que algunos de los asistentes desarrollaran creencias complejas que después representaron en distintas expresiones artísticas. Fue increíble la forma en que sucedió y con casi 400 mil asistentes, cambió por completo la visión del mundo. Pero todo tuvo su costo.