Vamos a empezar diferenciando estos dos tipos de dominadas. Para explicarlo en pocas palabras, las dominadas en supinación son las que hacemos con las palmas de la mano mirando hacia adentro, y en pronación las hacemos con las palmas de la mano mirando hacia afuera.
Una vez hecha esta distinción, se nos plantea la pregunta de con cuáles trabajamos mejor el dorsal.
Parece que no hay acuerdo, y las opiniones están divididas. Hay quienes creen que se trabaja mejor con agarre en supinación. La explicación sería porque en supinación implicamos directamente a los bíceps en la ejecución del ejercicio, lo que nos permite trabajar de forma más cómoda y eficiente. Además, haciéndolas de este modo el recorrido del ejercicio es más amplio.
Por otro lado, están quienes creen que el entrenamiento es más efectivo con el agarre en pronación, precisamente porque al limitar el uso de los bíceps en el ejercicio, el esfuerzo recae de forma más aislada sobre los músculos dorsales.