El papel de la pareja es fundamental y una de las principales motivaciones para buscar solución a las dificultades de erección. No obstante, el hombre todavía se muestra reticente a acudir con ella a consultar sobre sus dificultades de erección y a implicar a la pareja en el proceso de diagnóstico y tratamiento de la disfunción eréctil.
Según el estudio, la mayoría de los hombres que padecen disfunción eréctil experimentan un sentimiento de culpabilidad por no poder satisfacer a su pareja. Esto además les causa una pérdida de seguridad en sí mismos (valorada entre 5,2 y 6,3 sobre 7 según la CCAA), estrés y les hace volverse, por lo general, más reservados.
Los problemas de erección, que afectan a una parte importante de los españoles, perjudican la calidad de vida sexual del hombre y a la de su pareja, además de influir sobre su bienestar personal.
Sin embargo las revisiones médicas periódicas, a partir de los 40 años, y el acudir a la consulta ante las primeras dificultades de erección, ayudarán a prevenir o detectar otras enfermedades de tipo cardiovascular o metabólico (diabetes, colesterol elevado).