Las conclusiones de la investigación, llevada a cabo con la participación de casi 550 médicos de atención primaria de toda España, confirman que menos de un cuarto de los pacientes con disfunción eréctil están diagnosticados, y también es bajo el porcentaje de los que reciben tratamiento.
Los aspectos culturales, sociales y económicos juegan también un papel importante en el diagnóstico y tratamiento de las dificultades de erección. La disfunción eréctil es todavía un tabú para muchos de los hombres que la padecen, un tema del que les cuesta mucho hablar. Así, según revelan los datos del ATLAS, la principal fuente de información para el hombre es internet, seguida del médico de atención primaria, familiares y amigos.
La disfunción eréctil en la pareja
Aunque al hombre le preocupa cómo afecta sus erecciones fallidas a su vida de pareja, apenas uno de cada cuatro va a consulta acompañado por ella. El 67,2% de los españoles con disfunción eréctil entre 25 y 70 años acuden solos al médico para consultar sus dificultades.