Si a él no le importa tumbarse en la ducha (damos por hecho que muy pocos tienen un jacuzzi), se puede practicar posturas de toda la vida como el perrito o el ‘girl on top’. En este caso, desde ‘Eroteca’ recomiendan poner algo en el suelo de la bañera o la ducha para amortiguar la zona de la rodilla.
Si os preocupa el frío, podréis probar a hacerlo arrodillados, muy juntos. Además, esta postura tan íntima hace fácil mantener el equilibro.
Esta otra ya es de notable alto. Si los dos tenéis buena condición física y equilibrio (no hace falta ser un acróbata del Circo del Sol), él puede cogerla a ella en volandas mientras ella cruza las piernas sobre su cuerpo. Y por último, ya para la matrícula, ella puede poner su pierna sobre el hombro del chico; una posición de película.
Añadir desafíos al sexo puede ser excitante. ¿Por qué no probarlo? De todas formas, lo peor que podría pasar sería arruinar la magia para siempre. Si no va bien la primera vez, si no es lo tuyo, ¿qué importa? Lo importante es participar.