Dirty Talk. El sexo es uno de los mejores temas de conversación de la historia de la humanidad. Por norma general, una charla sobre sexo siempre da mucho juego, pero he de reconocer que mis favoritas son las que tengo con mis compañeros de trabajo.
Entre la cantidad de anécdotas bizarras que tienen todos para contar, y los debates parlamentarios que se forman entre hombres y mujeres, la diversión está más que asegurada.
En el último almuerzo, estuvimos discutiendo sobre el dirty talk. Para quien no lo sepa, es el arte de hablar sucio durante una relación sexual. Esa fue, de hecho, una de las conclusiones a las que llegamos por mayoría absoluta, la de que el dirty talk es un arte que no está al alcance de cualquiera.
Abrió la veda María, una compañera de la que ya os hablé en su día, porque solo sale con bohemios ninis. Resulta que su último ligue le soltaba frases demasiado subidas de tono, que incluso la llegaban a hacer sentir incómoda. «Si abren la boca, que sea para decirme lo guapa que estoy o el culito que tengo. Esa clase de guarradas a mí me dan vergüenza«, nos confesó a todo el grupo.