2. Una vez hayas disfrutado de tu fiesta y no te sientas culpable ¡ni se te ocurra pesarte! El consumo de alcohol, productos enlatados o alimentos ricos en sodio tienden al acumulo de agua en tu interior. Es posible que si te pesas observes como tu peso ha aumentado una barbaridad pero como hemos visto, es imposible que sea de masa grasa. Más bien debemos culpar a la retención de líquidos. Hidrátate bien y en unas horas volverás a tu peso conocido.
Lo mismo ocurre si te pesas justo después de realizar algún ejercicio aeróbico ¡verás cómo has bajado medio kilogramo en media hora! No te entusiasmes demasiado que ya sabes que el responsable de la variabilidad rápida de peso se debe a la deshidratación o a la retención de líquidos y no a la grasa perdida. Lo que se pierde rápido volverá rápido (el agua) pero lo que tarda en irse tardará en volver (la grasa). Y en la pérdida de grasa radica un cuerpo sano, estético y firme.