Cosas que los hombres desean y que nunca confiesan a sus parejas

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3) «Que me digas que me quieres»

La magia del amor se va apagando de manera proporcional a los años de convivencia. Y la mayoría de hombres echan de menos que sus mujeres les digan que les quieren y aprecian. Esos mensajes cariñosos que al principio de la relación son diarios, con el tiempo se convierten en ocasionales. Así lo detalla la investigación recogida por ‘Prevention’.

4) «Quiero hacerlo mientras miran sus amigos»

Ser observado mientras uno mantiene relaciones sexuales es algo que le gusta a muchas personas. El problema es que al estar en una relación, solo puedes llevar a cabo esta fantasía con tu pareja (si tienes una relación cerrada). Y, claro, decirlo no es siempre fácil. Lo cuenta Jim, de 39 años: «Nuestra vida sexual es genial, pero hay una fantasía que tengo: quiero tener sexo con mi esposa mientras sus amigos nos miran. A veces, cuando tenemos relaciones, dejo las persianas del dormitorio abiertas, a pesar de que conozco a los vecinos. No obstante, lo que más me excita sería eso, hacérselo con la puerta abierta bajo la mirada de todos sus amigos».

5) «Me preocupa dejar de excitarte»

Aunque ellos parezcan muy seguros de sí mismos y de su virilidad, las esposas deben hacerles sentir hombres sexualmente competentes, y viceversa obvio. Si él siente que su mujer no se siente atraída por él, es más probable que recurra a la infidelidad para recomponer su ego. A la mayoría les encantaría decir en voz alta: «Cariño, dime lo mucho que te gusta acostarte conmigo y que me deseas. Quiero que me hagas sentir que sigo siendo aquel que te volvía loca en la cama».

6) «Las tías que me gustan no se parecen a ella»

Suele ocurrir: nuestro prototipo de pareja ideal no se parece en nada a la que tenemos. Pero, obvio, nunca lo diríamos. Lo mismo ocurre con el prototipo sexual de cada uno: al que le encantan las rubias de pechos grandes suele estar casado con una morena delgadita, y a la mujer que le encantan los hombres deportistas normalmente está comprometida con un tipo con barriga. Algo parecido le ocurre a Christian, de 41 años, pero nunca se lo diría a su esposa: «No veo mucho porno, pero tengo unos cuantos videos guardados en mi ordenador, y ninguna de las mujeres que me excitan se parecen a mi mujer. Ella es hermosa, alta, tiene buen cuerpo y el cabello rubio. No obstante, las chicas de los vídeos que veo son más corpulentas y tienen los pechos muy grandes. También me gustan las asiáticas. Ojo, me encanta estar casado con mi esposa. El porno es solo fantasía, pero no creo que me entendiese».

7) «Quiero que me domine»

«Mi esposa tiene muchas fantasías de violación, y me encanta jugar con ella, pero deseo enormemente que intentase dominarme alguna vez. Y no me refiero a que me pegase, sino a que tratase de ser más agresiva, que pusiera un dedo dentro de mí o que me agarrase los brazos cuando mantenemos relaciones sexuales, asevera Craig, un marido de 31 años.

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