Yolanda García también lo tiene claro: “No podríamos aguantar toda la mañana con buenos niveles energéticos porque además de que no aporta nada de fibra, los azúcares simples que contiene se metabolizan muy rápidamente y dan lugar enseguida a la temida sensación de hambre”.
¿Cómo completarlo? Las expertas recomiendan directamente evitar este tipo de alimentos, o recurrir a él solo de vez en cuando. “Además, se debería evitar en casos de obesidad, síndrome metabólico, dietas contra el colesterol, diabetes, prevención cardiovascular y es muy poco recomendable en dietas de adelgazamiento”, explica Carla Sánchez.
Calorías totales: 100 g de cruasán= 450 kcal
Lo que queda claro es que a la primera y más importante comida del día hay que dedicarle tiempo y ganas, que debe estar compuesta por carbohidratos, proteínas y grasas saludables y que la bollería industrial es un enemigo tanto de nuestra salud como de nuestra dieta.
Fuente: as.com