Jugar al frisbee
Pocas cosas hay más veraniegas que jugar al frisbee. Inventado en los años 60 en los campus americanos, este deporte de equipo pone a trabajar a los cuádriceps, músculos posteriores de los muslos, gemelos y oblicuos: “ sin olvidar las muñecas, bíceps, tríceps, deltoides y músculos de la espalda que se utilizan cuando se manipula el disco volador «, subraya Somma. No sorprende por tanto que jugar durante 60 minutos permita eliminar casi 540 calorías.
Submarinismo
Aparte de la relajación y la belleza de panoramas que puede aportar este deporte, también resulta muy eficaz con la grasa: acaba con 470 calorías en una hora de actividad. Y es que, “el cuerpo debe trabajar para mantenerse caliente cuando se sumerge en el agua más fría, lo que significa un aumento en la quema», dice Somma. Si a eso le añadimos el hecho de que tenemos que nadar, supone una actividad perfecta para decir adiós a los michelines.