Cuesta mucho ser realistas cuando estamos hipermotivados, solemos sobrevalorar nuestras capacidades físicas y pensamos que si mucha gente puede, nosotros también podremos. Pero la pregunta es: ¿puedo acabar una maratón sin que mi salud se resienta?
Una prueba de esfuerzo puede ser nuestro seguro de vida
Una de las primeras cosas que debemos plantearnos cuando vayamos a empezar a entrenar para una maratón es hacernos una prueba de esfuerzo. En este tipo de pruebas el personal cualificado nos dirá cuál es nuestro punto de partida, si tenemos algún problema que nos impida hacer una maratón o, si en nuestro estado de forma actual es una locura hacer esa prueba.
En una prueba de esfuerzo se nos lleva al límite y los médicos ven cómo reacciona nuestro corazón en dicha situación, algo muy importante para detectar si hay algún problema cardíaco. Una prueba de esfuerzo puede salvar vidas y orientar bastante bien nuestro entrenamiento desde el inicio, así que vale la pena invertir en ella si tenemos pensado hacer una prueba tan exigente como la maratón.
Lo difícil no es correr 42 kilómetros, lo dificíl es en qué condiciones correrlos
No es lo mismo correr una maratón con desnivel que sin desnivel, con humedad que sin humedad, a 37º que a 10º, cerca del mar que en altura…las condiciones que rodean a una maratón son muy importantes y en ocasiones condicionan que podamos o no acabarla. Por eso es importante que en nuestra primera vez elijamos una maratón no muy exigente.