Por no hablar del estrés que sufren músculos y articulaciones, ya que en una maratón podemos dar de 40.000 a 50.000 impactos contra el suelo, algo potencialmente lesivo. Según una revisión sistemática de 2012, las lesiones más frecuentes en corredores de larga distancia son: periostitis tibial, tendinitis aquilea y fascitis plantar. Lesiones típicas producidas por gestos repetitivos.
La fiebre de las largas distancias y la hipermotivación
Es evidente que en los últimos años ha crecido mucho el número de gente que sale a correr. Unos intentan hacer sus primeros kilómetros, otros se plantean retos más ambiciosos. Pero otros muchos, quieren pasar del sillón a la maratón. Y ahí es donde está el problema, gente que nunca ha corrido y quiere hacer una maratón en dos tres o nueve meses…
La motivación hacia un deporte es algo muy bueno, pero hay que saber dirigirla en la dirección adecuada. En las noticias o las redes sociales nos podemos encontrar con casos de gente que acaba una o varias maratones y, entonces, a muchos se nos enciende la bombilla del: «yo también puedo y quiero hacerlo».