Teniendo en cuenta que según Runners.es (y con datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), en el año 2013 el maratón de Valencia supuso unos ingresos de 7,3 millones de euros en turismo, sale bastante rentable para una ciudad organizar una maratón. Y, según El Confidencial, en el año de 2015 la prueba en Valencia dejó 17 millones de euros y 400 puestos de trabajo en la ciudad, con lo que no deja de crecer.
Con las inscripciones apenas se gana dinero, digamos que sirve para pagar los costes. En la maratón de Valencia de 2013 organizar la prueba supuso una inversión de 1,2 millones de euros. Eso es prácticamente lo que se recauda con las inscripciones.
El negocio realmente viene con todo lo que conlleva correr una maratón como hemos visto anteriormente: traslado a la ciudad, hotel, material, restaurantes…cada corredor se deja un pico cuando va a correr una de las grandes maratones y esto genera mucha riqueza en poco tiempo en una ciudad. Aparte está la visibilidad que se le da a una ciudad si la maratón tiene éxito.