Las cremas específicas eliminan el vello sin agredir la piel y sus resultados se prolongan en el tiempo de forma similar al rasurado. Una de sus ventajas es que la mayoría de ellas consigue debilitar, de manera progresiva, el crecimiento del vello.
3. Cera. Este método tradicional de depilación, especialmente si hablamos de cera caliente, no es aconsejable para la zona de los genitales dado que podría resultar realmente doloroso y provocar quemaduras si no es realizado por profesionales que controlen exactamente la temperatura.
Para la zona de las ingles, una opción a tener en cuenta son las bandas de cera fría, pero hay que insistir en que hay que colocarlas de manera correcta y tener algo de práctica a la hora de «tirar» arrancando del vello y no la piel.
4. Métodos definitivos. Si quieres deshacerte del vello púbico de manera que no vuelva a aparecer tienes dos opciones: la luz pulsada (IPL) y el láser. En ambos casos se trata de destruir el folículo piloso por la acción de elevadas temperaturas para, evitar, así, que el pelo vuelva a crecer.