Además, los entrenadores personales facilitan un control semanal y unas rutinas de ejercicios que los propios clientes puedan realizar por su cuenta, ya que la mayoría prefiere entrenar en su propio domicilio o bien en parques y jardines, rompiendo con la monotonía del gimnasio y siendo más cómodo para ellos.
El físico antes que la salud
Según los datos recogidos por Zaask, la mayoría de las personas que solicitan un personal trainer desean realizar ejercicio solos o en pareja, para que el entrenamiento sea individualizado. En general, los clientes se mueven por el factor físico y sólo aquellas personas que se sitúan por encima de los 45 años, recurren a los entrenadores personales por temas de salud.
Este servicio tan de moda ofrece como valor añadido la personalización de cada entrenamiento, garantizando la correcta realización de los ejercicios y evitando que se produzcan lesiones.